Pensaba empezar este texto así: «Siempre me he preguntado
por qué». Entonces pensé en hacer una estadística (o mucho mejor todavía, un
gráfico generado gracias a un buscador), para ver cuántas historias, cuentos,
artículos y post empiezan de la misma manera. Que al final, no siempre es
completamente cierta.
((Y entonces, mucho más tarde, me di cuenta de que este
párrafo introductorio llevaría al lector por una senda equivocada, que
imprimiría un carácter contradictorio con el siguiente, sería como anunciar
algo that you don’t deliver, publicidad engañosa. Y me di cuenta también de que este
preciso párrafo era la línea divisoria, no sólo entre una idea y otra, sino
también entre una intención y otra. Y pensé también en qué pasaría si lo
eliminaba, este párrafo excesivo en explicaciones, y complaciente con la
primera intención; pensé en eliminar también el primer párrafo, innecesario. Y luego
me pregunté si se podría leer todo este texto, incluyendo el primer párrafo
introductorio y éste, desde la óptica de la segunda intención, darle a todo el
texto un carácter profético, metafórico, exagerar en el otro sentido. Interesante
como ejercicio, este párrafo; aunque un poco trivial en su vanidad.))
¿Por qué hay que limpiar la gamuza con soda, y la patente
con leche? Siempre me lo he preguntado. O a lo mejor no, acaba de ocurrírseme
una idea detrás de la otra, y lo que me pregunto en realidad, es cómo fue que
no los relacioné antes. ¿Hay algún tipo de vínculo mágico, paracélsico, entre
los materiales? Un material es mate como característica resaltante, suave al
tacto, procedente de un animal; el otro material es brillante, liso, y no sé de
donde viene.
Patente, como en “zapatos de patente” es un término que me
parece se usa sólo en Venezuela, mientras en el resto de países hispanos se
llama “charol”; es piel laqueada con un barniz brillante, llamada en inglés
(para dilucidación del término y sus derivaciones ideológicas) “patent leather”.
Detalles sobre su elaboración:
Ambos materiales, patente y gamuza, quieren algo líquido
para limpiarse. Algo que sólo viene en forma líquida (elimina jabones, cremas,
derivados del petróleo, abrasión), es decir se rinden al poder del Agua como
elemento: son, cada una a su manera, suaves, y se rinden a la suavidad.
La gamuza quiere algo burbujeante, transparente, insípido,
algo cuyo único sentido en la vida es efervescer, y tan es así que hay
gradaciones bien precisas, no es lo mismo con soda que con San Pellegrino. La gamuza
se limpia con soda. Un producto elaborado, agua que brilla, líquido en el cual
se ha comprimido a la fuerza un gas
La patente quiere algo blanco, grasoso, nutricio. El primer
alimento, el alimento materno. La patente se limpia con leche.
En definitiva: ¿eres gamuza o patente?