Se hacen
tantas críticas a los amores unilaterales (no por ello improductivos, no por
ello fracasados); las buenas amigas siempre están prontas a aconsejar:
olvídalo, no vale la pena, deja de sufrir, no te merece. Nada de eso tiene
sentido. Pero la verdad, como suele suceder con la verdad, sierpe escurridiza,
pececillo viscoso que se resbala entre los dedos, está ya en otra parte. Habría
que agradecer el látigo amoroso que nos fustiga para exigirnos la
transformación de la oruga.
Alégrate tú que has
sufrido el sufrimiento, esto no lo habías sufrido nunca antes.
Lámina
órfico-dionisiaca.
Por
supuesto, hace falta un alma entrenada para poder apreciar las sutilezas de
esta bendición.
NOTICIA DE FRACASOS
Shackleton zarpó en 1914 a conquistar la Antártida
El Apolo 13 salió de la atmósfera terrestre para
tocar la luna
Un puñado de improbables jamaiquinos decidió
competir
en las olimpíadas de invierno
Yo me senté al telar, para esperarte
e igual que todos ellos
cuento la historia de mi triunfo
(Tú, -que nunca supiste
todas las maneras en que te amé
ni de los diálogos de horas y a deshoras
fuiste mi dueño y te serví con qué fervor
tú que nunca supiste-
fuiste mi victoria mayor)
Los fracasos sono legati a doppio filo con i successi. Non esistono gli uni senza gli altri. A proposito di Shackleton, conosci la versione della sua storia cantata da Battiato? Merita, credimi. Paola
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