Revisa en
cuál grupo te ubicas (se valen las combinaciones de dos o varios; shaken, not stirred; adornar con
sombrillita de papel para hacer bonito):
Complejo de Reina
Roja:
Corre y corre y corre para poderse mantener en el mismo lugar. Inventa miles
de proyectos y escribe miles de propuestas, a ver si alguna sale, y mientras
tanto corre al médico, al mecánico, al odontólogo, al oftalmólogo, al
ginecólogo, al banco; prepara de comer para niños y bestias, se olvida de
comer, come cualquier cosa, come de más; cambia bombillos y pañales, riega las
plantas, escribe a los amigos, escribe un poema, se interroga sobre su destino y su misión en la
vida, tiene dudas, tiene pilas de libros por leer y montañas de ropa por lavar.
Compleo de Pippi:
Tiene
la convicción de contar con un cofre mágico repleto de una herencia que nunca
se acaba, con la cual pagar todos sus caprichos. Es una trasgresora convencida
desde la infancia e inevitablemente se enfrenta a las figuras autoritarias, ya
que siempre quiere hacer lo que le da la gana (que nunca es lo socialmente
aceptado) y se rige por leyes personales más bien que sociales. Sus preceptos
de limpieza, estética y convivencia serán de lo más peculiares, todo lo cual
justificará con los más curiosos argumentos y cierta dosis de humor, que no
hacen más que esconder el gran dolor de sus pérdidas.
Complejo de Ariel (La
Sirenita):
A ésta, lo único que le interesa es una criatura de otro planeta,
que no se le parece en nada, pero a quien se empeña en salvarle la vida y por quien
está dispuesta a entregar lo más preciado que tiene, con tal de tener la
ilusión de parecérsele y de regalársele. Puede llegar a una insistencia
fastidiosa en este respecto, y las formas más severas de patología incluyen la
convicción de una fatal sublimación por la vía de esta ordalía o sacrificio. Mientras
tanto, no se ocupan de ningún asunto terrenal, pues les duelen demasiado los
pies.
PSICOPROFILÁCTICA DE FRACASOS
Primero perdí la luz de la
infancia y sus poderes
perdí cinco casas gané en orfandad
perdí cinco casas gané en orfandad
el trabajo se fue muy largo al carajo
otro me dejó un anillo al dedo
con táctica de venado se me desvaneció
con táctica de venado se me desvaneció
mi gemela favorita
para no perder la costumbre te
conocí
entonces la pérdida fue cotidiana
y completa
y completa
(Cuida tu sed atiende
cuida tu hambre
un hambre buena no se encuentra
a cada mal paso)
Shackleton zarpó el Apolo 13
despegó
los jamaiquinos decidieron
competir
en olimpíadas de invierno
yo me senté al telar para
esperarte
rodeada de cajas y restos de
mudanza
a medio témpano flotante desolada
sin saber qué instantánea salvar
del cataclismo
qué talismán del álbum de
emergencia
era el momento de afeitar las
barbas
llorar los perros seguir andando
(Tú, -que nunca conociste las
maneras
todas en que te amé con qué
fervor
fuiste mi dueño y te serví
tú que nunca supiste-
fuiste mi victoria mayor)
Pippi forever! (Comprese le perdite e le eccentricità)...
ResponderEliminarPaola
Yo soy pippi casi que del todo, reina roja casi no soy a excepción de los libros, las plantas y las preguntas, la comida, la escritura, las ideas... pero todo eso lo logro en cámara lenta (¡qué raro!)... sirena, debo serlo sin saberlo (o sea: en el fondo) porque efectivamente me duelen siempre los pies... creo que sigo con la idea loca de querer cambiar al mundo... debe ser que me quiero cambiar yo... es eso que tu dices: volver a esa luz de la infancia.
ResponderEliminarBuscando luz, agradeciendo siempre las pistas, Alexandra Kuhn