Otro mensaje más, en mi buzón electrónico, en que se revelan los entretelones de la política internacional, que tarde o temprano es también nacional.
Siempre me pregunto cómo hacen para enterarse de estas cosas. Casi siempre tengo dudas acerca de la veracidad de un documento que circula así, sin indicar su procedencia; pero finalmente nada de lo que dice me sorprende, más bien pareciera bastante predecible, una especie de secreto a voces.
Más terrible me parece que una persona que está en una posición en la que podría ejercer algún peso para cambiar el estado de las cosas, o por lo menos para hacerse oír desde una posición en la que se supone que tiene cierta credibilidad, decida renunciar, dejando la situación de corrupción en manos de todos los demás, con el resultado que puede imaginarse.
¿Por qué, en vez de renunciar irrevocablemente, no hace algo para que el mundo se entere de forma oficial y no pueda seguir jugando a las escondidas y al "yo no sabía"?
Esto es lo que no tiene sentido.
POR ESO,
si dentro de unos días empieza a circular un comunicado desmintiendo esta carta, indicando que no fue escrita por el ex-secretario general de los derechos humanos, tampoco me asombraré, igual que todo lo que dice puedo creérmelo tranquilamente. Y si después sale a flote que lo obligaron a desmentir su carta, también me lo creeré, porque vivimos en un mundo de maf/gia negra política, donde lo que se ve (o mejor dicho: lo que el común de los mortales, nosotros, la carne de cañón, los telespectadores ya embrutecidos por decenios de entrenamiento estupidizante), rara vez tiene cercanía con la realidad, infinitamente más compleja, ni con sus móviles, infinitamente más sencillos, pues siempre se reducen a buscar más poder, de la forma que sea.
Ellos –los que están enceguecidos con la búsqueda de poder al punto de no querer saber la medida en que sus acciones afectan a otros—también están viviendo una ilusión, por supuesto; y si vamos a ver, diría que prefiero mi ilusión hasta con tintes rosáceos y bobalicones, a la ilusión de ellos, que lo que hace es afear el mundo sin piedad ni ningún tipo ni respeto, ni siquiera por lo que de humanos podrían tener ellos mismos.
Y no sé qué más agregar.
PREMONICIONES Y MUNICIONES
Se avecinan tiempos duros
Oigo sonrisas
Hace años que estamos instalados en los tiempos duros
A todo se acostumbra el manso
Hasta que se harta
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